Breve trayectoria del
anarcosindiacalismo en Costa Rica, trabajo realizado por la OAC el 2003....
EL ANARCOSINDICALISMO
[1] EN COSTA RICA
(San José 27/04/03) Por: Organización Anarquista Comunista (OAC). Centro de Estudios Anarquistas Germinal (CEAG). “Libertad sin socialismo es privilegio, injusticia; socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad” Mijáil Bakunin. Las raíces de las luchas del anarcosindicalismo en Costa Rica, son de larga data y heroica trayectoria. Luchas que están ligadas a la historia organizativa y acción directa de la clase trabajadora mundial y cuyos vínculos con el movimiento anarquista, hacen parte de la memoria de la 1ª Internacional, fundada en 1864 [2] hasta hoy vital y combativa. El historiador Mario Oliva (1985) [3], narra que ya a comienzos del siglo XX la tendencia socialista reformista tenía un peso considerable en nuestros artesanos y obreros; entre 1909 y 1914 esta postura estaba bien arraigada e influía en la dirección del movimiento trabajador; pero desde 1911 en adelante tuvieron que enfrentarse a la creciente organización anarquista que prendía rápidamente en amplios sectores de los trabajadores urbanos, rurales y un número considerable de intelectuales. Bajo este contexto de fermento y auge del pensamiento y la acción anarquista en Costa Rica, se crea una plataforma cultural y política que tiende a partir de la segunda década del siglo XX, a enfrentar tanto el liberalismo como al socialismo reformista. La influencia del anarquismo “criollo”, fue trascendental para el movimiento obrero costarricense, anarquismo del cual debemos subrayar el carácter clasista que le dio a la lucha, su internacionalismo, la concepción de autonomía y conciencia de clase que le hermana con el movimiento obrero y trabajador mundial. Parece ser que el posicionamiento maduro del ideario anarquista costarricense e internacional, es realizado mediante la creación del Centro de Estudios Sociales Germinal a principios de 1912. Centro cuya propuesta y perspectiva cultural proletaria eran: combatir los prejuicios sociales, religiosos y políticos que retardaban la evolución de los trabajadores y el desarrollo integral de la persona. El Centro tenía como propósitos centrales establecer cursos libres de ciencias sociales, conferencias y sesiones públicas, organizó una biblioteca de consulta popular, dar veladas con representaciones de obras dramáticas de propaganda social, publicar y contribuir para que se publique; fundar centros de su misma índole, y establecer relaciones a nivel internacional y local con otros centros de similar importancia [4]. En 1913 bajo su dirección se organizó la Federación General de Trabajadores (CGT) y la primer celebración del Primero de Mayo en Costa Rica. La Confederación se funda el 12 de enero de 1913, con objetivos muy claros de solidaridad, de defensa y acción común por parte de los trabajadores en su lucha contra el capital; con un principio de democracia directa y representación organizacional de los gremios federados. La actividad de esta confederación se va a mantener en la práctica hasta 1923. En este periodo de diez años, la Confederación General de Trabajadores, de corte eminentemente anarcosindicalista, dirige entre otro sin número de movimientos, dos de las primeras huelgas del siglo XX, enfrentando a la transnacional del banano radicada en la Provincia de Limón –zona atlántica-, la United Fruit Company (UFCO); dejando en evidencia el carácter y agudeza de las contradicciones y lucha de clase que se arraigan en el país. Se consolida en Costa Rica un movimiento sindical más combativo y militante. Apelando a la memoria histórica, no podemos olvidar que la primera gran huelga que se conoció en el país fue realizada por migrantes italianos, en su mayoría anarquistas o de ideas afines. En octubre de 1888 (S. XIX), estalló una huelga dirigida por los italianos del ferrocarril al Atlántico. Los conflictos obreros habían ocasionado 60 detenciones de italianos. La huelga se llevó a cabo por el atraso de un mes de salario; porque la compañía destituyó capataces que planteaba este problema y por que se les daba pan añejo y comida podrida o insuficiente. Por otra parte muchos italianos morían por las condiciones de trabajo. La huelga afectó a la empresa y al gobierno, que fallo contra los huelguista y obligó a la empresa a pagar lo adeudado. En las ciudades de Cartago y San José los huelguistas encontraron un apoyo decidido de los trabajadores y pobladores. Prácticamente las ciudades estaban tomadas por ellos, lo que obligo al Estado a reforzar la vigilancia. Incluso en la solución del conflicto intervinieron los cónsules de Estados Unidos y Francia, tal fue la intensidad del suceso. En Marzo de 1899 los italianos, ganaban el conflicto partiendo hacia Italia el 60% (eran 2000 italianos en total en 1887) de los mismos. Ya, en pleno siglo XX, la Confederación de Trabajadores luchó por eliminar el trabajo infantil, mejores condiciones y horarios laborales, alzas salariales. Mejores condiciones de salud, ocio y educación para los trabajadores confederados y sus familias. Las mejoras conseguidas repercutieron en la calidad de vida de los costarricenses en general. El 25 de enero de 1923 la Confederación General de los Trabajadores convoca a asamblea general de afiliados, que sesionan con carácter de congreso, el III de la CGT. El socialismo reformista asume puestos de interés en la nueva directiva, que decide el participar en comicios electorales y conformar una estructura de partido, que da al traste con el espíritu ácrata de esta organización. Sin embargo es importante aclarar que este no significó en ningún momento el fin de la lucha ácrata en el medio cultural, político y de la clase trabajadora en Costa Rica. Los anarquistas costarricenses hoy denunciamos, que los socialistas reformistas han hundido en la pobreza, la pereza y la indignidad a la clase trabajadora del país entero. Todo a cambio de una pueril comodidad y a costa de postergar los sueños y la vida digna de miles. Tal y como dijo ese gran anarquista Italiano Luis Fabbri (Sf.:11-12) en su obra Anarquismo y Sindicalismo: “Entonces será fácil probar que el proletariado, confiándose á los reformistas para ahorrarse energías, que podríamos llamar pusilánime pereza, se contenta con una escasísima ganancia inmediata á costa de su propia dignidad; ganancia que aléjalo de su total emancipación de la esclavitud del salariado y de la tiranía política. En una palabra, será fácil demostrar que el reformismo es la negación del socialismo”. El valor, heroísmo y acción del sindicalismo revolucionario que despertó del sopor y la alienación a los trabajadores costarricenses, esta esperando a los mejores hombres y mujeres de este país. No más venta de la dignidad a cambio de migajas que caen de la mesa de la sociedad capitalista del confort. Retomemos el heroísmo y la lucha de los mártires de Chicago, de los primeras huelgas anarquistas en Costa Rica. No más cooperación con el Estado esclavista que inhibe la libido y el buen sexo, no más afiliación a los sindicatos burgueses, no más apoyo a los burócratas sindicales. ¡Viva el sindicalismo revolucionario!, ¡viva la vida en toda su plenitud!, ¡Viva la socialización de bienes y el apoyo mutuo!, ¡viva el anarquismo!. [1]También llamado “sindicalismo revolucionario” por J. Sorel, M. Bakunin, E. Malatesta y otros grandes revolucionarios anarquistas. [2]El 28 de septiembre de 1864, se realiza un importante mitin en el Martin’s Hall de Londres, donde queda aprobada la constitución de la Asociación Internacional de los Trabajadores, popularizada más tarde como Primera Internacional. En: Iscaro, Rubens (1976). Historia del Movimiento Sindical Internacional. Ediciones de Cultura Popular, S.A., México. [3]Oliva Medina, Mario (1985). Artesanos y obreros costarricenses 1880-1914. Editorial Costa Rica. San José. [4]De la Cruz, Vladimir (1984). Las luchas sociales en Costa Rica 1870-1930. Editorial Costa Rica y Editorial de la Universidad de Costa Rica. San José. |
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