El desarrollo, divulgación e investigación de la tradición ideológica y política ácrata en Costa Rica es del interés de todos aquellos militantes que participan de la Organización Anarquista Comunista (OAC). Una cultura libertaria de poco más de 100 años respalda la praxis anarquista que comparten hoy los anarquistas costarricenses. Algunos investigadores aseguran que para el siglo XIX ya se habían hecho presentes en Costa Rica las ideas anarquistas de manera clara y explícita.
El estudio de las ideas de Antonio Zambrana, socialista y anarquista, le ubican como quien pudo ser el primer expositor sistemático del pensamiento anarquista en el país. Otras informaciones también señalan que desde principios del siglo XX hasta el año 20, muchos intelectuales de este pequeño país, estuvieron apasionados por el pensamiento de L. Tolstói y el anarquismo. Tampoco estaríamos haciendo justicia a la historia del anarquismo en Costa Rica, si olvidáramos la influencia de los emigrantes franceses, que en 1920 establecieron una colonia anarquista en Parrita o el aporte e influencia del español Anselmo Lorenzo, Charles Malato y el trotamundos ruso y ácrata, Piotr Kropotkin presentes en algunas de las publicaciones del sector obrero, artesanal e intelectual local . Existen otros varios ejemplos que podrían ser nombrados en esta introducción, que dejaremos para otro momento.
El historiador Mario Oliva (1985) , narra que ya a comienzos del siglo XX la tendencia socialista reformista tenía un peso considerable en nuestros artesanos y obreros; entre 1909 y 1914 esta postura estaba bien arraigada e influía en la dirección del movimiento trabajador; pero desde 1911 en adelante tuvieron que enfrentarse a la creciente organización anarquista que prendía rápidamente en amplios sectores de los trabajadores urbanos y en número considerable de intelectuales. Bajo este contexto, de fermento y auge del pensamiento y la acción anarquista en Costa Rica, se crea una plataforma cultural y política que tiende, a partir de la segunda década del siglo XX, a enfrentar tanto el liberalismo como al socialismo reformista.
La influencia del anarquismo "criollo", fue trascendental para el movimiento obrero costarricense, anarquismo del cual debemos subrayar el carácter clasista que le dio a la lucha, su internacionalismo, la concepción de autonomía y conciencia de clase respecto al movimiento obrero y trabajador en el resto del mundo. Entre 1909 y 1914 proliferaron los centros de estudios, bibliotecas populares, escuelas nocturnas para trabajadores, circulación de libros, periódicos socialistas y organizaciones laboristas. Todo esto venido de sus propias posibilidades y esfuerzos.
También fueron los años en que cada uno de los miembros del movimiento trabajador aparentemente unitario, comienza a fracturarse y desarrollarse por caminos diferentes. Unos se integrarían al sistema dominante. Los otros, en parte influenciados por el pensamiento y la acción desde el anarquismo, tendieron a profundizar los desacuerdos y contradicciones con el orden de cosas establecido.
Parece ser que el posicionamento maduro del ideario anarquista costarricense e internacional, es realizado mediante la creación del Centro de Estudios Sociales Germinal a principios de 1912. Centro cuya propuesta y perspectiva cultural proletaria era combatir los prejuicios sociales, religiosos y políticos que retardaban la evolución de los trabajadores y el desarrollo integral de la persona.
Hoy, desde una perspectiva en cuya esencia se leen los principios primigenios del Centro de Estudios Sociales Germinal de mediados del siglo pasado, la OAC propone retomar el ideario anarquista del Centro Germinal original, y desde una lectura actualizada de la realidad social y cultural costarricense, desarrollar una propuesta (cultural y educativa) integral, acorde a los tiempos y las necesidades urgentes de transformación social del entorno nacional del cual participamos. El ideario del Centro de Estudios Sociales Germinal está vivo, nos hace un llamamiento a retomarlo, reanimar su esencia y actividad desde una propuesta y perspectiva anarquista vigente.
Antecedentes
Hacia fines de 1909 un grupo de intelectuales encabezados por Omar Dengo, Joaquín García Monge, Carmen Lira, el dirigente obrero Juan Rafael Pérez y otros, fundan el Centro de Estudios Sociales Germinal, como un centro de fuerza intelectual para la clase trabajadora. El Centro Germinal se encontraba instalado en un segundo piso, en las proximidades de la Rambla.
El Centro tenía como propósitos centrales establecer cursos libres de ciencias sociales, conferencias y sesiones públicas, organizó una biblioteca de consulta popular, dar veladas con representaciones de obras dramáticas de propaganda social, publicar y contribuir para que se publique; fundar centros de su misma índole, y establecer relaciones a nivel internacional y local con otros centros de similar importancia . En 1913 bajo su dirección se organizó la Federación General de Trabajadores (CGT) nacionales. El Centro Germinal tenía las típicas características de las agrupaciones anarquistas; en su local estaba izada la bandera roja y negra, donde se congregaban por las noches obreros de los distintos talleres de la capital, en sus salas se colgaban los retratos de Emilio Zola y de Eliseo Reclus. Sus reuniones tenían la particularidad de ser informales, sin mesas directivas, y los miembros se esparcían por el local de reunión. Al comenzar cantaban un himno libertario llamado "Hijos del Pueblo".
En esta reunión se estudiaban los sistemas de organización moderno de los trabajadores, de aquí salió la idea de la Federación. Este centro no sólo impulsó la idea de una organización nacional de los artesanos y obreros del país sino que empujó la conciencia antipatronal.
El Centro ayudó a fortalecer las posiciones anarquistas, inculcando en los trabajadores las ideas anticlericales, el abstencionismo doctrinario, el antiparlamentarismo y el sindicalismo. Ideas que salían divulgadas en la revista Renovación. Así las ideas anarquistas contribuyeron a expresar con vehemencia el sentir de la clase trabajadora contra aquellos que les explotaban y oprimían.
Desarrolló también el Centro Germinal lo que denominaron "propaganda revolucionaria", trasladándose a las comunidades, distribuían panfletos, daban discursos y conferencias sobre temas y problemáticas de interés para los trabajadores y civiles en general.
El Centro Germinal, que desde su creación tuvo una estrecha y fraternal relación con los trabajadores y sus organizaciones, impulsó en 1913 la celebración por primera vez del Primero de Mayo en Costa Rica. En el local del Centro Germinal, desde mediados de abril de ese año, se reunían delegados de casi todas las asociaciones obreras a preparar la celebración del Primero de Mayo. Se incitaba a los trabajadores a suspender sus labores y a protestar contra todas las injusticias a las que son sometidos los trabajadores en el mundo, recordando los acontecimientos de Chicago, cuando los trabajadores norteamericanos en 1886 realizaron una huelga para reducir la jornada diaria de trabajo a ocho horas máximo, y fueron masacrados.
Los organizadores consideraban pertenecer a un movimiento obrero mundial, que sobrepasaba no sólo las fronteras geográficas, sino religiosas, de raza, de nacionalidad e ideas políticas. Esto se evidencia tanto en el manifiesto de invitación para celebrar el Primero de Mayo como en los discursos pronunciados con tal motivo. No faltaron los obstáculos para la realización de esta celebración clasista, sin embargo este Primero de Mayo se tradujo en concentración de fuerza y de la clase trabajadora costarricense.
Es sobre la base de esta tradición de la clase trabajadora e intelectual anarquista que la OAC promueve el restablecimiento de lo que denominará en adelante Centro de Estudios Anarquistas Germinal en Costa Rica.
Víctor Hugo Bonilla Mata
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